Como ser soltera y no morir en el proceso - La venganza Part Two

Lo dejamos en la cara pasmada de Nacho, la desesperación de Ana y el embobamiento de Alvaro….

Nacho fue cerrando la boca poco a poco sin dejar de mirarme mientras yo seguía con el ceño fruncido ojeando la carta. Como un acto reflejo miró enseguida a su amigo Alvaro esperando una “cara cachonda” que le indicará que todo era incierto, pero claro, se encontró con que estaba de lo más normal, eso si, mirando no sabía muy bien hacia donde. Entonces de reojo miró a Ana, que miraba a su vez con cara de mosqueo a Alvaro sin que éste se estuviera dando cuenta…No le quedó más remedio que pensar que ¡todo era cierto!

- Aissss – soltó Alvaro después de que Ana le diera un codazo en todo el hígado – Bueno…estoooo…tomamos una ensalada de “entrate” ¿no? – dijo con tal de salir del paso.

- Claro!!! Me vendría bien, estoy a régimen!! – dije yo.

- ¿A régimen?- preguntó Ana - pero si estás muy delgada!!

Entonces miré a mi amiga de forma maliciosa..

- Nooooo – dijo ella entre resignación y súplica, hundiendo la cara en la carta del restaurante y sabiendo que no debía haberme preguntado…

- ¿No quieres ensalada cariño? – dijo Alvaro que seguía sin darse cuenta de nada.

- Seguro que si le apetece, ¿verdad cari?. Yo desde luego si quiero, después de haber perdido 80 kilos, no puedo pasarme con la comida ni un pelo!! – dije.

- 80 kilos!! – dijo Alvaro – que yo sepa tu nunca has pesado.....

- Oye que camareras más monas tiene este restaurante ¿no? – dije para desviar la atención de Alvaro. Miró de soslayo a Ana y prefirió seguir ojeando la carta tras la mala cara que le puso mi amia, por supuesto a mi tampoco es que me adorara entonces…

De nuevo, Nacho me miraba con ojos abiertos entre apartado y apartado del menú, incrédulo y confundido. Incluso pareciera que le temblara el labio inferior…no se…Desde luego el momento era perfecto para rematarlo…

- ¿A que ahora estoy estupenda Nacho? – le dije.

- Puuuuuuessss sssssiiiii, pero no tienes pinta de haber sido “gordita” – dijo con voz floja y utilizando el adjetivo con un cuidado que daba risa.

- No si yo siempre estuve delgada – dije.

- Lo que yo decía antes – dijo Alvaro.

- Siiiii, pero hubo una época en la que tu no me conociste. Fueron unos meses horribles ¿verdad Ana?, aunque ella tampoco llegó a ver como me puse porque por aquel entonces, yo no quería salir ni de casa. Lo pase tan mal por culpa de ese tío. ¿Sabes? Es que soy algo impulsiva, en concreto, algo obsesiva compulsiva con los hombres. Pero nada grave ¿eh?. El caso es que me enamoré perdidamente de uno, y cuando me dejó, uffff, no lo soportaba, si alguien demuestra interés por mí, entonces es que me vuelvo loca por él inmediatamente, no se porque....El caso es que me dio por comer… comí y comí de tal manera que así me puse!!....ENORME!! Pero sabes que fue lo ¿peor? – Alvaro esta vez si me miraba alucinado y mi amiga tenía la carta doblada en dos con cara de desesperación – pues lo peor fueron los motivos que me dio para dejarme. Fíjate el cabrón decía, entre otras cosas, que me olían los pies y que tenía un olor a sudor muy fuerte!! Te lo puedes creer!!

- Si quieres a alguien - continué - ¿cómo vas a dejarle porque le huelan los pies o la axila!!?? eh? Entonces no le querrías tanto... eh? Pero vamos que lo de los pies no es cierto, mira si quieres te.... – y comencé a sacar mis piernas de debajo de la mesa con ademán de ofrecérselos para que los oliera...

- Monik!! - dijo mi amiga ya mosqueadísima.

- Nooooo, te preocupes por favoooorrr ¡!!- dijo Nacho mirando para todos lados colorado como un tomate.

- jajajajaja, esta tía está flipá! - dijo el capullo del marido de mi amiga.

- ¿Les tomo nota ya? – dijo el camarero oportunamente.

- Un agua y una ensalada para mi por favor!!! - dije aguantando la risa.

Pintura de Tamara de Lempicka.