1. Llegada al supermercado: Entras y te diriges a la sección de carritos. Coges tu monedero buscando la moneda de cincuenta céntimos y zas!!, la primera en la frente. No tienes suelto. Entonces la ves llegar, la típica mujer mayor de pelo blanco muy arreglada....
sábado, 25 de octubre de 2008
El maravilloso mundo del Supermercado...
1. Llegada al supermercado: Entras y te diriges a la sección de carritos. Coges tu monedero buscando la moneda de cincuenta céntimos y zas!!, la primera en la frente. No tienes suelto. Entonces la ves llegar, la típica mujer mayor de pelo blanco muy arreglada....
domingo, 19 de octubre de 2008
Interiorismo automovilístico...
...ambientador en forma de pino...
...rosario o bola de discoteca...
domingo, 12 de octubre de 2008
El "hombre pez"...
Como siempre os pongo ejemplos así que ahí van algunos:
PRIMER CASO
Lugar: En la playa.
Situación: Una servidora tomando el sol y una pareja a unos metros con sombrilla, toldo, nevera y tortilla de papas.
Estoy tumbada tomando el sol y escuchando mi MP3 cuando me apetece volverme para seguir tomando el sol boca abajo. Entonces al abrir los ojos veo que a unos metros se ha puesto una pareja. Con toda la playa que hay se han tenido que poner tan cerca. Entonces veo que ella le dice lo mismo: "¿Con toda la playa que hay nos hemos tenido que poner aqui?". El hace caso omiso y entonces ella se va al agua algo enfadada. Mientras el se acomoda en la butaca de rallas de colores y en ese instante ocurre... El se encuentra de perfil pero entonces su ojo no está mirando hacia el frente, no no, sino hacia mi... ¿cómo lo hace?, creo que viene con el gen supongo, porque yo no soy incapaz de hacerlo!! En ese momento llega su mujer... Le hace comentarios sobre el agua y el ahí sigue, como pez martillo con ese ojo avizor, congelado y cristalino...
SEGUNDO CASO
Lugar: Parada del autobús.
Situación: Verano hace calor, luego voy más destapada. A mi lado un Señor esperándo igualmente.
Estoy acalorada y me abanico con un folleto que me han dado de rayos uva??... con esta calor?? No podían darme algo sobre ofertas de vacaciones de verano??... En fin vuelvo la mirada y ahí esta de nuevo!! El, de perfil, la boca cual pescado sacado del agua, abriéndola y cerrándola, supongo que por la calor, y su ojo mirándome, de arriba a abajo... ¿como puede un ojo mirar de arriba a abajo si no está frente a ti?... Todo un expediente X... os lo aseguro...
TERCER CASO
Lugar: Restaurante.
Situación: Con una amiga cenando. En la mesa de al lado una pareja que no habla..solo comen...
...pero el no solo come...si también!! THE EYE!! igual que el del pescado que está en su plato!! (esta comiendo besugo al horno) ...
Creo que no hacen falta poner más ejemplos para que entendáis a lo que me refiero con los "hombres pez"..... lo se... el puente ha sido muy largo y esto es lo que se me ocurre en este post que le vamos a hacer!! ;P
viernes, 10 de octubre de 2008
martes, 7 de octubre de 2008
Infante el elefante azul de manchas rojas...
Decidieron aceptarlo, pensaron que igual les traería suerte e incluso espantaría a los leones que venían a cazar. Claro que al pasar los meses, Infante no crecía. Se quedó tan pequeño como cuando lo encontraron. El se quejaba:
- Soy muy bajito y todos mis amigos son grandes, enormes..¿porqué soy tan pequeño? – a lo que ninguno podía contestarle ni darle explicación alguna.
Un día, uno de sus amigos quiso gastarle una broma. Lo que él no sabía, era que cambiaría la vida de Infante.. Le dijo haber visto en la espesura del Bosque Mágico a un elefante igual que el, de color azul. Infante dio saltos de alegría, ¡¡ya no sería el único, por fin alguien igual que el!!...pero había un problema. El Bosque Mágico era un lugar peligroso, vetado para la manada, siempre había oído decir:
- Nunca entréis en el Bosque Mágico, ese lugar está prohibido para los elefantes...
Su amigo no hacía más que engrandecer lo que había visto y cuán hermoso era aquel elefante azul. Un día, tras no poder quitarse la idea de de la cabeza y sin dudarlo, se adentró en el Bosque Mágico. Todo estaba oscuro, aunque era de día. Le entró miedo...miró atrás pero el camino se había cerrado con árboles que no dejaban ver nada. Dudó... pero continuó hacia delante... De repente lo escuchó:
- Vaya vaya, increíble..si...si que lo es.
Infante se volvió a un lado...a otro...no veía a nadie...¿Serían imaginaciones suyas?...
- Uh uh uh...si vaya vaya!! – se escuchó de nuevo.
- ¡Sal de donde estés....seas quien seas! - dijo Infante aunque en verdad deseaba en su interior que nada ni nadie apareciese.
Entonces de la foresta salió dando un enorme salto un mono que, tras el elefante dar un paso atrás, se quedó a tan solo unos metros de distancia. Sus ojos eran pequeños y vivarachos, pero lo que más llamaba la atención era su pelaje...de un rojo intenso...casi bermellón.
- Uh uh uh vaya vaya....¿quién eres? – dijo el mono.
Infante lo miró fijamente y dudando contestó:
- Pues...soy Infante y tu...¿quién eres?
- Soy Roco uh uh uh...vaya vaya...uh uh ¿de donde vienes? - el mono comenzó a dar saltos y piruetas. No dejaba de estarse quieto.
- De la parte exterior del Bosque...estoy buscando algo quizás tu puedas ayudarme. Me han dicho que aquí vive un elefante, más grande que yo pero que tiene mi mismo color de piel. ¿Es eso cierto?
- Hi hi hi....vaya vaya.....uh uh...que curioso elefantito...Eres muy bajito ¿no crees?- replicó Roco.
- No te metas con mi estatura!! – contestó Infante algo molesto – Se que soy diferente...pero no hace falta que me lo digas...¿puedes ayudarme o no?
- uh uh...descarado y valiente...si si....vaya vaya... – dijo el mono esta vez quieto y mirándolo fijamente – si podría ayudarte...pero contéstame a algo antes, Gran Infante – dijo acompañando esto último con una reverencia burlona - ¿porqué te consideras diferente?
- Soy azul...¿acaso no lo ves? y bajito...tu mismo lo has dicho – contestó Infante bajando la mirada al suelo.
- uuuuh uh uh...vaya vaya...Creo que estás confundido....si si, puedo y debo ayudarte... – contestó Roco de forma enigmática – sígueme!!
Entonces Roco comenzó a dar de nuevo saltos y piruetas en el aire mientras repetía una y otra vez su “vaya, vaya” y comenzó a adentrarse en el Bosque aún más. Infante dudó un instante, pero cuando vio que casi lo perdía de vista, corrió tras el.
Caminaron y caminaron. Roco siempre iba delante pero era fácil de seguir gracias al color llamativo de su cuerpo. Infante ya no pensaba en nada, solo quería descubrir en que podía ayudarle aquel nervioso mono. Llegado a un camino de gran anchura el mono se paró.
- uh uh uh...vaya vaya...aqui estamos, hemos llegado. A partir de aquí y antes de seguir he de pedirte algo Infante – dijo el mono esta vez en tono serio.
- Dime que es – contestó Infante.
- He de pedirte que abras tu mente... deja atrás tus miedos e incertidumbres, así como tus complejos y juicios que hasta ahora hayas tenido... ¿lo harás? - y dando un paso adelante miró fijamente a los ojos del elefante.
- De acuerdo...lo haré – contestó.
Observando un buen rato, como si quisiera ver detrás de los ojos de Infante, el mono Roco permaneció callado y, de repente, de un salto se elevó y comenzó a reír:
- jijiji...vaya vaya...puede ser puede ser...uh uh uh...bien ven por aquí entonces... – y comenzaron ambos a andar por el camino.
Al final de el, llegaron a un gran árbol con unas hojas tan grandes como nunca Infante había visto. Y no solo eso, sus hojas eran todas de diferentes colores metalizados que brillaban con una hermosura indescriptible.
- uh uh uh...vaya vaya...hemos llegado...creo que todos se alegrarán... – dijo el mono con una gran sonrisa...la primera que le ofrecía a Infante.
- ¿Todos? No entiendo... – contestó el pequeño elefante.
- Lo entenderás – dijo Roco – adelante!!
Entonces Infante, no sin reticencia, comenzó a caminar dejando atrás al hermoso árbol. Roco le seguía de cerca detrás de él. A su paso cada vez veía a árboles con formas más inusuales en su tronco y hojas. La tierra comenzó a tornarse de muchos colores con trazos de diferentes formas y sentidos. Y de repente, delante de su pequeña trompa lo vio... era un bosque de dimensiones que la vista no alcanzaba a ver, formado por una diversidad de colores que ni siquiera el arco-iris, que tanto le gustaba admirar en los días de lluvia, podía comparase.
Roco estaba a su lado, dando saltos y exclamando como siempre.
- Pero...¿que lugar tan maravilloso es este? ¿porqué nadie lo conoce? ¿porqué no hay nadie aquí? – dijo Infante con los ojos como platos mirándolo todo y corriendo de un lado a otro.
- uh uh...vaya vaya ...este lugar es muy conocido y.... no está solo... – contestó Roco.
Y dicho esto chasqueó sus peludos dedos dos veces, escuchándose el sonido en todo el bosque. Entonces, sorprendentemente empezaron a salir animales de todo tipo de detrás de cada árbol morado, cada roca verde o cada maleza amarilla.... Pero no eran animales “normales”, por decirlo que alguna forma, porque cada uno tenía algo de particular....Infante no cabía en su asombro....Leones grises con rayas y cuernos...
cerditos con vestidos y leotardos de rallas
gusanos de diferentes colores y ojos extraños...
ratones con coronas y porte Real....
...caballos turquesas y rosas..... pájaros con picos y ojos más grandes que sus colas... vacas de manchas naranjas....y un largo etcétera que poblaron en cuestión de minutos aquel hermoso lugar...
- No...no entiendo... – dijo Infante que no encontraba palabras para explicar lo que sentía.
- uh uh uh...vaya vaya...no te preocupes querido Infante...te lo explicaré – dijo Roco que, dejando de saltar, serenó su mirada y continuó – Ellos, al igual que yo, hemos sido creados por mentes privilegiadas por su gran imaginación y en las que la capacidad de prejuicios no existe. Mentes, que han dado paso a lo imposible para que sea posible, que no distinguen entre lo que es “normal”, de lo que supuestamente no lo es...son nuestros creadores...y los que nos hacen ser únicos, cada uno de nosotros lo somos...tu también lo eres...
- ¿Yo? ¿Pero sigo sin entender? ¿Quiénes son esos....creadores...? – dijo Infante confuso.
Roco sonrió, dirigió su mirada a los demás allí presentes que escuchaban atentamente y volvió a mirar a Infante:
- Son...los niños Infante...si si....ellos son.. vaya vaya. – contestó Roco.
- Los niños...ahora entiendo... – dijo Infante...no sabía porqué pero reconoció aquella palabra llena de entrañable sentido...
- Ahora contéstame a la misma pregunta que te hice antes...¿porqué te consideras diferente?
Infante miró a su alrededor, se avergonzó...miró hacia el suelo y contestó:
- Estaba equivocado...
- Lo estabas, si si... vaya vaya.... – dijo Roco - No eres diferente porque seas azul y bajito, ninguno de nosotros lo somos porque el tamaño de nuestro cuerpo no sea el adecuado, o porque el color de nuestra piel sea otro. En los ojos de un niño todos somos hermosos...Aunque muchos de ellos luego se olvidan de nosotros y, cerrando su mente a aquello que no está establecido, se entregan a la monotonía y cometen el error de cerrar caminos que les lleve a conocer a otras mentes privilegiadas que podrían aportarles mucho más de lo que ellos mismos puedan ofrecer, por el simple echo de no ser “iguales a ellos”. No pertenecer a la misma clase social o no ser de la misma raza, suele ser motivo suficiente para actuar indiscriminadamente o con absurdos prejuicios...Por eso, querido Infante, tu eres para nosotros uno más...y te aceptamos tal y como eres..porque ninguno somos tan importantes como para juzgar a quien tenemos a nuestro lado... – y dicho esto sonrió, dirigió su mirada a los demás y todos sonrieron al elefante.
Infante asintió y seguidamente caminó hacia quienes eran ya su nueva familia y el que sería a partir de entonces su nuevo hogar. Allí fue donde comenzó a crecer.... quizás no en estatura, pero si en sabiduría...