Como ser soltera y no morir en el proceso - The End

Como recordaréis, acababa de llegar el camarero. Yo había pedido una ensalada y un agua. Alvaro, Ana y Nacho, dijeron también su elección del menú y el camarero dio media vuelta dejándonos de nuevo a los cuatro solos…

- Bueno ahora soy yo quien va al baño – dijo Nacho.

- Claro – dije sonriente.

Y se levantó dirigiéndose hacia los lavabos.

- Te estas comportando como una cría!! – dijo Ana – me está dando una vergüenza que hasta tengo unos sudores por la espalda....

- Pues me alegro!! Creo que no volverás a organizarme una cita a ciegas nunca más – dije riéndome.

- La verdad es que yo me lo estoy pasando bomba!! – dijo Álvaro, que cuando se percató de la mirada de asombro de su mujercita, cambió inmediatamente de opinión – pero vamos, que no está bien lo que estás haciendo ¿eh?

- Jajajaja, ui!! ahí viene Nacho…¿qué rápido ha vuelto no? – dije extrañada.

- No hagas más tonterías Monik, por favor – dijo Ana suplicante.

- Eso ya lo veremos – contesté.

- Ya estoy – dijo Nacho sentándose.

Entonces Alvaro le preguntó algo a Nacho sobre el trabajo y comenzaron a hablar cuando en menos de un minuto sonó el móvil de Nacho.

- Perdonadme....sí??...como???...Un segundo en seguida vuelvo – nos dijo, y se levantó de la mesa dirigiéndose hacia el exterior del restaurante.

Sonreí viendo como se iba Nacho y colocándome bien la servilleta en las piernas solté un “típico!!” que llamó la atención de Ana.

- ¿Típico? A qué te refieres.

- A que, mi querida amiga, cuando regrese Nacho será para decir que le ha surgido algún problema de cualquier tipo y tendrá que irse...desgraciadamente para mí!! – dije con la mano en el pecho fingiendo dolor y pena...

- Pues desde aquí lo veo fuera y parece muy serio. Igual si que pasa algo gordo – dijo Alvaro.

- Uf!! Mi amor, no pillas ni una – dijo Ana – Monik se refiere a que esta montando el numerito para poder irse, gracias a el “espectáculo” que acaba de dar esta “señorita” – terminó diciendo señalándome con un colín que estaba comiendo.

- Oye pues no es mala idea para largarse de un sitio donde no quieras estar ¿no?. Este tío es que es la leche, jajajaj.

- Alvaro!! – dijo mi amiga.

- Vale valeee....ahí viene...

Nacho se acercó dando zancadas hasta la mesa y sin sentarse dijo lo que tanto deseaba oír:

- He de irme!!

Fanfarrias, trompetas, laudes y flautines, tocaban en mi cielo estrellado y cánticos de ángeles alegraron, por fin, la noche del sábado.

- Ohhhhh!! Qué pena!! – dije compungida y de repente sentí una patada en toda mi espinilla. Como no!! era Ana, aguantando el dolor pregunté – ¿¿¿HAAAAaaaaaaisssaaaaa pasado algo?

- Uf si, un problema personal...familiar. Nada grave pero no puedo quedarme – dijo Nacho con una cara que no se la creía ni él.

- Vaya Nacho – dijo Alvaro con sonrisa picarona y mirándome de reojo – Lo siento tío, te llamaré mañana. Espero que vaya todo bien.

- Gracias. Espero que me perdonéis. Lo siento Monik. Igual en otra ocasión nos volvemos a ver.

- Claro!!!! Oye y espero que no sea nada – dije.

- Gracias. Adiós Ana. Bueno me voy!!

- Adiós Nacho me he alegrado de verte – contestó Ana.

- Hasta otra!!

Cogió su chaqueta, la llave de su mercedes y se marchó.

- Bueno!! Te has salido con la tuya ¿eh?

- Pues si, ya te lo dije que te arrepentirías.

- ¿Y ahora que hacemos? – dijo Alvaro.

- Pues cenar...yo me tomo el plato de Nacho, jajajaj, no creo que vuelva a coger los 80 kilos que perdí.

- Eressss, eresss – y mi amiga soltó una carcajada – jajajaj, desde luego las ocurrencias tuyas son!! Si no fuera por lo que te quiero ainssssss....

Ambas nos cogimos de las manos y nos lanzamos besos en el aire...

- Bueno, oye. Que mira que mejor yo me voy para casa. Me veo venir que empezareis a hablar de vuestras cosas y yo paso – dijo Alvaro – anularé mi plato.

- Cariiiiii estás seguro? – dijo Ana tontona.

- Que si. Te espero en casa – dijo él.

- Valeee – y ambos se dieron un beso en los morros.

- Hasta otra Monik. Y no bebas mucho vino, jajajaj!!

- Adios Alvaro, jajajajj!!

Y dicho esto se marchó. Acto seguido llegó la comida y la botella de vino. Ambas comenzamos a pasar una noche llena de cotilleos y puesta al día de nuestras vidas. Una cena entre amigas, justo y como me la había imaginado antes de salir de casa...