Como ser soltera y no morir en el proceso...

Soltera…si, ¿qué pasa? Acaso es una palabra tabú, acaso es inconcebible serlo cuando se tienen “treintaitantos”, acaso es impensable? La verdad, bajo mi experiencia os diré que se va haciendo demasiado cuesta arriba eso de que te pregunten la edad, seguidamente si tienes novio (o marido, por que “a tu edad” es lo más “normal”), y que si tu respuestas es un NO, entonces a continuación comiencen a mirarte como un bichito raro dentro de la fauna humana. ¿Por qué?

Veamos algunos de los casos más típicos que he vivido en primera persona:

Bodas, bautizos y comuniones

En primer lugar llegas al evento. Toooodas las mujeres o chicas de tu edad están casadas o con novio y a puntito a puntito de casarse. Mientras tu llegas con tu “mini-cartera/bolso” bajo el brazo, ellas llegan con su marido o novio bajo el suyo. Comienzas a dar besos a diestro y siniestro y entonces llega “la pregunta”: “¿Vienes sola?”, pero no es un “vienes sola” de “desconozco si has venido con alguien o no, si no te importa ¿me lo dices?”, nooo que va. Es un “vienes sola” de asombro, incredulidad y de un ¡NO ME LO PUEDO CREER!. Entonces sueltas lo más recurrente y típico que se suele decir en estos casos: “Más vale sola que mal acompañada”, y rompes a reír mientras ves como se clava la mirada desde el rabillo del ojo por parte del novio/marido, que al parecer se siente algo ofendido por la respuesta. Y digo yo, quien se pica…..

Ya en el convite… ¡¡tiemblo!! ¿Donde me habrán sentado?. Porque normalmente te sientan con solteros que están deseando de probar “cacho”, y no me refiero al jamón, ya que ven una boda como el lugar perfecto para echar un polvo seguro y rápido. Os lo explico: No es igual ligarse a una chica en la discoteca de moda, que luego salga la cosa “rana” y que se tenga que apartar por un tiempo del lugar de reunión de sus amigos, a ligársela en una reunión donde seguramente, no tenga que volver a verla. Más claro agua…Pues sí, normalmente te toca al lado de uno de esos, y mientras apartas sus manos de tu pierna y/o brazo y/o cuello, enfrente tienes a la parejita feliz que se acaban de casar y no paran de hablar de cómo fue su boda, su viaje de novios, y criticar como no, el menú que es infinitamente peor al que ellos ofrecieron.

Sigamos con más ejemplos:

Restaurantes ¿Mesa para dos?

Pues no!! UNA, YO, SOLA….¿Tan difícil es de creer? Llegas al restaurante y la pregunta es de nuevo con “rintintín”…”¿Mesa para dos?”, de nuevo incredulidad ante lo obvio, pues a no ser que mi marido, novio, pareja o llámese X, sea un espectro, no hay más vuelta de hoja…estoy SOLA. Pero el metre, aun sin creer mira estirando el cuello por encima de tu cabeza y a los lados buscando a alguien que ya le he dicho yo que no existe…Así que termino expirando y lanzando un suspiro mientras vuelvo los ojos un poco y armándome de paciencia de nuevo le indico que por favor me de una mesa para UNA persona.

Entonces te hace pasar al salón y te das cuenta que cuando te enseña la mesa para sentarte (normalmente una arrinconada y al lado del paso de camareros, cocineros y el servicio), ¡está molesto!, ¿porqué?, pues bien, por que no hay mesas de un solo comensal y claro, estaré ocupando un lugar donde en vez de comer dos personas comerá sólo una. Además, ¡qué horror!, tendrá que retirar el servicio que no va a utilizarse..y mientras lo hace te mira con desgana y a la vez lástima…vamos…que al final se te quita hasta el hambre….por no hablar cuando abres la carta y ves “MENU PARA DOS”, y TU menú, donde está el tuyo, el de mujer solitaria, trabajadora y soltera….¡reivindicó mi menú!

Al final acabas pidiendo de aquí y allá, saliéndote la cuenta mucho más cara que si hubieran comido dos personas con el dichosito menú.

Lo dejo aquí....de momento…pero volveré a retomar el tema....;)

Nota: Cuadros de Tamara de Lempicka, una de mis pintoras favoritas.