Momentos papirofléxicos...

Seguro que os preguntaréis...¿qué son los momentos papirofléxicos?, pues bien, son aquellos momentos que se dan posteriormente a la compra de algún producto y, tras leer las instrucciones, eres incapaz de volver a doblar el papelito de nuevo de la misma forma. Verdaderamente hay otros muchos casos como mapas de carretera, publicidad, etc. Pero me centraré en el primero que os he comentado y os pondré un ejemplo para que se entienda lo mejor posible...

Compras un producto, una medicina o un cosmético de belleza, abres la caja y ahí está. Dobladito, dobladito...tanto, que da miedo hasta sacarlo. Pero, tu curiosidad por saber el funcionamiento de lo que has comprado, las contraindicaciones de una medicina (hay personas obsesionadas con esto), o de que manera y a que hora has de aplicarte la cremita...te pueden. Lo sacas de la cajita y lo desdoblas, fijándote algunas veces, aunque no la mayoría, como está doblado...desdoblas más y más...sabes que cuantas más dobleces haya...será peor!! pero no puedes dejar de hacerlo!! ansías desdoblarlo entero!! no te puedes resistir!! .... por fin la última doblez... listo!! Ahora a buscar el texto en español...”chino, nooo, ¿árabe?, mmmm español!!” y cuando lo encuentras, sólo hay unas pocas líneas con una letra minúscula. Lo lees y te quedas igual ya que en verdad siempre suelen decir lo mismo... Miras y remiras por si hay algo más en tu idioma que leer pero no... Luego piensas que al final actuarás según tu propia iniciativa, es decir, como te de la gana.. Pero bueno, ya lo has leído y ahora llegó el momento...volver a guardar las instrucciones dentro de la cajita. En verdad no se porque esa manía, si ya sabes lo que tenías que saber y encima no le vas a echar ni puñetera cuenta “¿pa qué?”.. Aún así, comienzas a doblarlo, con cuidado, viendo si la doblez es al derecho o al revés. Vas viendo como el papel disminuye de tamaño, sonríes, lo estás logrando!!...última doblez... nnoooo... ni rastro del nombre del producto que debía de quedar por delante.... Tienes un momento de debilidad y zas!!, lo metes tal cual en la caja… Pero tu orgullo te impide dejarlo así, no dejarás que un papelito te venza!!. Lo coges de nuevo y lo desdobles entero. De nuevo empiezas a doblar una parte, otra…y otra…, no!! Al revés…cambias….y finalmente…nada… Coges un cabreo mientras lo abres de nuevo y piensas “te vas a enterar ahora!!” una doblez por aquí, otra por allá un pico que sale, te concentras y tachaaaan!!…tu venganza se ha cumplido…

Lo miras y dices, “pero que estoy haciendo aquí perdiendo el tiempo con un pedazo de papel!!”… lo vuelves a desdoblar y ves que ya si es imposible volver a guardarlo como estaba, así que optas por lo que sabes que deberías haber echo desde un principio… tirarlo a la basura…

Moraleja: No hagas un post para tu blog un Domingo recién levantada o éste será el resultado :P