Como ser soltera y no morir en el proceso...Cuatro mujeres y buen vino - Capítulo III

Como recordaréis, estábamos Cristina, Iziar y yo esperando a Ana dentro del bar...

Mientras hablaban Cristina e Iziar, de lejos pude ver como entraba Ana. Y algo espantada miraba a su alrededor con cara extrañada. Cuando ya iba a irse, pensando seguramente que se había equivocado de lugar, yo alargué el brazo lo más que pude y al vernos, suspiró y se acercó a toda prisa con su típico pasito de princesita y, mostrándo su mano en alto a todo aquel que se le insinuaba por el camino a modo de "estoy casada", llegó a nuestra mesa...

- Por favoooor, con la cantidad de sitios “monos” que hay para ir, ¿por qué hemos venido a un bar “gay”? – dijo Ana sentándose.

Por supuesto Iziar, Cristina y yo nos miramos e inmediatamente comenzamos a reírnos.

- Jajajaja, como que un bar “gay”!! – dije.

- Ah pero ¿no lo es?

- Claro que no – contesté.

- Pues ¿como es que solo hay tíos? – preguntó Ana.

- Imagina quien ha elegido un bar de este tipo – dijo Cristina.

- Ah! valeeee. Ya entiendo - dijo mirando de reojo a Iziar. Mirada que ella fingió no ver.

- Pero vamos a mi mientras se pueda fumar – dijo Cristina encendiéndose un cigarrillo.

- Pero cari ¿cuándo vas a dejarlo? – comenzó a decirle Iziar – tanto humo es perjudicial no sólo para ti, sino para los que estamos a tu alrededor. Además con las niñas en casa menos aún deberías fumar.

- Mira, “señorita Green Peace”, no empieces a tocarme el ....

- Bueeeeenoooo que es muy pronto para comenzar a soltar tacos y además, no te pega nada Cristina con tu look nocturno ¿eh? – dije medio en broma.

- Es que siempre estáis igual, porque si no es ella es cualquiera de vosotras – dijo apuntando con el dedo – dejadlo ya!! Además, ahora no tengo sexo. Necesito fumar!!

- Pues el sexo con ......... tendría que ser nefasto porque creo que entonces fumabas incluso mucho más!! – dijo Iziar

- Clarooo, ahora me explico porque tu no fumas. Tirándote a to lo que se menea normal que no te haga falta!! – dijo Cristina y echándole todo el humo en la cara a Iziar.

- ac buuuuacccxx serás....

- Ya está bien!! Iziar es un zorrón, tu estás falta de sexo, Ana aún está en una nube y yo sobrevivo en una soltería consentida... En resumidas cuentas, porque no dejamos nuestros vicios aparte, seas cuales fueren, y disfrutamos de la noche?

Ambas me miraron, Ana consultaba su móvil sin escuchar demasiado.

- Tienes razón – dijo Cristina – Perdona cari pero es que lo del tabaco lo llevo fatal y si me lo recuerdas pues peor. Y haces bien en liarte con quien quieras, yo porque no tengo tiempo que si no, jajajaj.

- jajajaj, valeee mi amor. Aunque diré, Monik, que en tu resumen de nuestra situación actual yo he sido la peor parada ¿eh?...Ais Cris, te voy a tener que presentar a alguno de mi lista. Que te alegre un poco las noches, jajajaj.

- jajajajaj, bueno eso está mejor – dije.

- ¿De qué os reiis? – dijo Ana.

- Pero niña, no estabas pendiente...que hacías con el móvil.

- Mandándole un mensajito a Alvaro – dijo Ana con un voz de mujer enamorada.

- Ah no!! Prohibido el móvil para mandar mensajes a Alvaro. Estamos nosotras cuatro y nadie más – dijo Iziar.

- Bueno bueno. No lo haré más – contestó Ana - a ver que podemos comer aquí – dijo cogiendo la carta. Y todas procedimos a hacer lo mismo y mirar que íbamos a comer.

Entonces llegó el camarero:

- Buenas noches señoritas – dijo.

- Señora – corrigió enseguida Ana, mostrando de nuevo su anillo, el mismo que estaba dispuesta quitarle si continuaba haciendo lo mismo toda la noche.

- Discúlpeme, señoritas y señora – dijo el camarero sarcásticamente – Les aviso que no servimos en mesa, deben pedir en la barra. Gracias – y dicho esto se marchó.

Todas dirigimos nuestras miradas a Iziar:

- Nenaas, Hay que lucirse. Menear el culo un poco no nos hará mal - dijo con una sonrisa forzada.

- Yo no meneo ná! Y menos con estos tacones. Seguro que el adobo y los boquerones llegan antes al suelo que a la mesa. Y no digamos el vino!! – dijo Cris.

- Bueno mirad que queréis tomar e Iziar y yo iremos a pedir y a traer las cosas. ¿Verdad Iziar? – dije mirándole con cara de no admitir un no por respuesta.

- Desde luego!! Así luzco mi modelito – dijo guiñándome un ojo.

Suspiré...esta mujer nunca cambiará...en verdad no quiero que cambie. La quiero tal como es. Al igual que adoro a Cris y a Ana tal como son...

Una vez tuvimos claro cual iba a ser nuestro menú. Iziar y yo nos dirigimos a la barra una detrás de otra abriéndonos paso entre tanto hombre. Mientras avanzábamos yo iba comentando:

- Desde luego la próxima vez que quedemos elijo yo el sitio – comencé – En verdad Ana tiene razón, con la de sitios que hay mira que venir aquí! – dije llegando por fin a la barra – A ver si ahora nos atienden rápi.... – miré a mi derecha y me encontré con un chico con ojos rojos, despeinado, corbata hacia atrás (no sé porqué esta manía de algunos hombres de ponérsela de éste modo cuando están borrachos, es como una señal de tráfico que indicara “ei, estoy pedo!!).

- Nooo de preocupezzzz, guuuuaapaaa. Que iioooo tevoyaaa pedíiii – dijo farfullando con una considerable “papa”

Desesperada miré a todos lados y...ahí venía ella, como en un pase de modelos de David Delfín, tomándose su tiempo y andando muuuy despacioooo...

- Iziar!! – le grité.

Inmediatamente reaccionó y al ver mi cara de mosqueo y el tío que tenía al lado, aceleró su taconeo y se puso a mi lado desplazando a mi borracho pretendiente con un pisotón de su tacón de aguja de 20 cm (absurdo cuando nos preguntan para que nos ponemos estos tacones, no se dan cuenta del poder que nos da a una mujer por ejemplo en estos casos)

- Qué prisas mujer!! – dijo Iziar.

- No me hagas hablar!! Venga pidamos de una vez....!!!